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Hipolipo

FIN

Hace unas horas he terminado la carrera y la verdad es que duele un poquito.

Cinco años...

 

Lo que casi me mata (o me rompe un diente)

Lo que casi me mata (o me rompe un diente)

Sí, este es el nuevo ingrediente de las pizzas para microondas. Anillas de metal. Ummm, ricas. Estaba escondida entre el pan y el queso, como la sorpresa del roscón de Reyes. ¿Me tocará pagar la siguiente pizza?

 

Tened cuidado al comer pizzas, si yo tengo la arandela alquien tendrá el resto de la máquina.

 

 

 

Por cierto, me van a regalar un surtido de productos de la marca. Creo que me noto el hierro alto...

Empaquetando

No sé cómo meter cinco años en cajas.

Los marcianos no existen

Pues eso, que se ha acabado la historia esta de que nos venían a conquistar y nos mataban, o eso es lo que me han hecho creer hoy en El Mundo.

Ya he hecho las pruebas, ahora a esperar a ver qué pasa. Necesitamos velas a santos y hechizos varios para conseguir un milagro.

Cinco test, ¡cinco! Bueno, seis con el de infografía. Si es que así no se puede. Así, con tanta pregunta y tanta corrección de texto es como acabo escribiendo que no existen los marcianos en el reportaje de la prueba. Bueno, por lo menos me lo he pasado bien.

 

Dudas

Dudas

¿Por qué las magdalenas se ponen duras y las galletas blandas?

 

 

Sí, mañana tengo examen. Me aburro, ¿vale?

ok

ok


Me fascinan los mensajes al móvil en los que sólo pone: “yo también” o “voy” o “ok”. Son tan escuetos y a la vez tan prácticos. Creo que para eso se crearon los mensajes porque para contar tu vida ya están las llamadas.

Tengo amigas muy aficionadas a contar todo lo que les pasa durante el día con un mensaje. Es impresionante leer una crónica con las palabras a medio escribir y perdiendo todas las “e” o es o como se escriba la letra E en plural.

Yo tengo tendinitis en el dedo gordo de la mano derecha por mandar mensajes. La tengo desde los 16 años y no se me cura porque no hago reposo. Es una pena. Hubo una época en la que intenté escribir los mensajes con la otra mano pero así sólo conseguí que también me doliera la izquierda. Fui inválida durante dos días. Después de esa experiencia he decidido ir a muerte con la derecha y perder el pulgar si hace falta pero conservar el otro para echar las huellas del DNI. ¿O aceptarán los dedos de los pies?



(Por cierto, el tipo de letra con el que está escrito esto se llama "andale mono")

De bajada

El día que unade mis compañeras de piso me dijo que bajar las escaleras adelgazaba más que subirlas decidí que ese iba ser mi único ejercicio. Yo no soy de ir a gimnasios ni de hacer abdominales pero sí me va lo de adelgazar por lo que la idea parecía buena.

La persona que hizo el estudio sobre adelgazamiento escaleril no explicó bien por qué bajar era mejor que subir así que yo he sacado mis propias conclusiones con la escalera de mi casa:

La primera es que mi escalera hace un giro tan cerrado que cuando por fin llegas a la planta baja estás tan mareado que sólo quieres vomitar (esta puede que sea una de las razones de adelgazamiento)

La segunda tiene que ver con la luz. Si vives en un séptimo con entreplanta es muy posible que el tiempo previsto para que la luz esté encendida no sea el suficiente. Si a eso le unes que la escalera no tiene ventanas la cosa se complica. En mi caso lo que ocurre es que cuando llegas al tramo que está entre el segundo y el primer piso te quedas a oscuras. Lo lógico sería ir despacio y buscar el interruptor pero la escalera de mi casa tiene otro problema: el miedo que me da la puerta del primero. No sé quién vive en ese piso pero siempre se deja la puerta entreabierta y me da la impresión de que cuando me acerque a ecender la luz va a salir una mano huesuda que me va a raptar o matar directamente. Lo que hago cuando paso por ahí es correr. Sí, corro a oscuras por una escalera estrecha y con giro cerrado. 

Por eso creo que adelgaza, porque me revuelve el estómago, porque me hace correr y porque el miedo me hace sudar.

¡Qué peligroso es hacer ejercício!

Menudo problema

Engancharse a una telenovela es terrible. ¿Por qué me hacen esto las televisiones?, ¿por qué me ponen series terribles?, ¿por qué me gustan esas series?

Sé que la culpa es mía. Que soy yo la que tiene la última palabra. Pero es que no tengo nada mejor que hacer y ellos me ofrecen un entretenimiento fácil, algo que no me supone un esfuerzo. Sólo tengo que quedarme tumbada en el sofá y dejar que la tele me cuente las historias de mi protagonista.

La chica de la serie es super lerda, no abre nunca los ojos y además se pasa el día gritando, pero me gusta. Y además quiero que se enamore del chico simpático y que sean felices.

Tengo un problema de adicción. Cambio mis horarios de trabajo para que no me coincidan con mi serie y no veo a mis amigos si eso supone perderse un capítulo. Estoy fastidiando mi vida social por una chica que me cae fatal.

Menudo desastre...

Dudas

¿Qué hago este verano?, ¿y el resto de mi vida?

Bien!

Bien!

He conseguido hacer un coche que se mueve. Vale, no es gran cosa, ¡pero se mueve! Y no sólo eso, también se para.

Qué emoción, por Dios.

Más cosas

Como no puedo parar me voy a hacer un posgrado. Desde mayo hasta octubre voy a cursar el posgrado en grafismo informativo y documental en el que voy a aprender más cosicas de infografía. Ala, porque yo lo valgo.

 

 

De viaje

De viaje

En Colonia me compré colonia. Y en Amsterdam un Happy meal. Ahí fallé, tendría que haberme comprado unos zuecos, unos tulipanes, un diamante o una prostituta pero tenía hambre y sólo pensé en comer.

McDonals, por mucho que diga la gente, es maravilloso. En McDonalds no hay países. En cualquier parte del mundo tengo esa cajita maravillosa llena de comida y regalos.

Pues eso, que estuve en Alemania y conocí a los renanos, luego bajé el Rhin en un barco acompañada de una guía venezolana que odiaba a los alemanes aunque vivía en su país, subí hasta Amsterdam para ver casas torcidas por el agua y volví a Colonia para despedirme de la catedral. ¡Qué catedral!, impresionante. Había una vidriera pixelada.

Por cierto, en Alemania los teléfonos son rosas.

 

A Milán con Pepecar

A Milán con Pepecar

Ayer conocí al tío de Pepecar. Al principio pensé que era el del anuncio del 11811 pero luego salí del error.

Qué pasada, ¿cómo se puede parecer tanto? Pobre...

La cosa es que Pepe y su amigo el rabino me dijeron que les mandara mi curriculum para trabajar con ellos en Milán. Y yo me pregunto, ¿por qué me quiere siempre la gente más rara?, ¿es que no había nadie más en los Malofiej que me pudiera ofrecer prácticas? Bueno sí, el de La Razón. ¡Uf!

Pues nada, habrá que seguir buscando porque por mucho Milán que sea y aunque Marcelo diga que es buen sitio no me fio de los dos chungos.

Qué asco esto de tener que trabajar.

 

Bilingüe

No sé para qué existen los curriculums. Vale, ya sé que son para entregarlos a las empresas cuando buscas trabajo, pero es que de verdad creo que nadie los lee.

Entonces, ¿para qué sirven?

La semana pasada me llamaron de una súper empresa, una de esas que ni siquiera sueñas con que algún día pueda marcar tu número. Total, que quedé en ir a verles.Compré un billete de bus que me costó 60 euros, crucé el país en un autobús que olía a pies y pagué un taxi porque los mapas de Google y de páginas amarillas no se ponían bien de acuerdo con la dirección. Cuando llegué me senté frente al señor entrevistador que, sin previo aviso, empezó a hablar en inglés. Cuando conseguí reaccionar me di cuenta de que el señor me estaba mirando raro. “¿Es que no eres bilingüe?, lo siento, esta oferta de trabajo es sólo para bilingües”, me dijo sonriendo.Me levanté, me despedí y me fui.Al llegar a casa después de cinco horas de autobús miré mi curriculum. “Nivel medio-bajo”, eso es lo que ponía.

Creo que voy a escribirles para que me devuelvan el dinero del bus.

Liverpooliense

Inglaterra es un mundo extraño, un universo paralelo y sin sentido.

En Inglaterra la gente se alimenta con la mezcla de pescado rebozado y patatas fritas con una salsa avinagrada, todo ello mojado con pintas enormes de cerveza. Para desayunar se llenan la boca con salchicas verduscas y judías pesadas y cenan dos veces porque la primera vez es tan temprano que se les junta con la merienda.

En Inglaterra se pasan el día en un pienso y la noche en una borrachera sin fin.

La gente o es tonta o es más rara que un perro verde. ¿Cómo si no se entiende que salgan medio desnudos por la noche en pleno febrero?, si por lo menos no tuvieran frío entendería que no se pusieran abrigos y medias, pero es que van tiritando, con la carne de gallina y medio moradas por las calles de la ciudad.

Bueno, y no he hablado de los zapatos. Mejor no hablar, es un tema que me afecta especialmente. Es que, si no saben llevar tacones, ¿por qué se los ponen?

Liverpool no es bonita, pero tampoco es fea, es industrial. En ella nacieron los Beatles y de ella salió el Titanic. Punto. No hay nada más.

De todas formas lo he pasado bien, porque nos montamos en un bus que se convertía en barco de la II Guerra Mundial, porque con mis amigas el pueblo más insulso del norte de Inglaterra tiene su gracia, porque Ibana se tumba en mitad de la calle, porque unas escaleras empinadas pueden ser un buen tobogán, porque el viento huracanado nos sirve para hacer fotos graciosas y por un motón de cosas que han hecho de este viaje una aventura.

En punto

Tengo un problema con las horas importantes. Me explico: en punto, y cuarto, y media y menos cuarto son las horas más importantes o las horas enteras, como las llama mi novio.

Total, que tengo un problema. Y es que si no es una de esas horas enteras no consigo ponerme a hacer las cosas. Así es como llegan las ocho de la tarde sin que yo haya tocado ni un folio de los apuntes del examen del día siguiente por la sencilla razón de que cada vez que lo he intentado no estaba en una hora importante.Me quiero poner a estudiar pero son y cinco así que espero hasta y cuarto haciendo otra cosa, como estoy distraída me paso y se me hacen y veinte y así hasta las mil, hora en la que ya me tengo que poner a hacer otra cosa.

¡Mi vida es un asco! Necesito que alguien elimine las horas enteras para poder ser una persona de provecho. Nunca puedo comer a una hora decente, ni termino de estudiar a tiempo, me acuesto demasiado tarde y, si el despertados no consigue despertarme a la hora, tengo que dormir hasta la siguiente franja por lo que nunca consigo estar preparada a tiempo.

Mis amigos ya no me esperan porque saben que si el autobús no llega a la hora tendré que esperar al siguiente para poderme montar, y eso si el que viene consigue abrir sus puertas a una de mis horas importantes.Sí, hay cosas que hago en los ratos intermedios. Me como las uñas, me las limo, me las pinto y me las despinto. Otras veces me peino, me hago recogidos o me corto el pelo.

 Eso es lo que hago en mis ratos intermedios, nada importante porque no es su hora.

Ahora tengo que estudiar pero pasa un minuto de las cinco, volveré a intentarlo en catorce minutos. 

De casting

Aneya y yo nos hemos metido en el casting de presentadores de TVE así que si queréis podéis votarnos en estas direcciones:

 

Hipolipo: http://www.rtve.es/enconstruccion/index.php?idvideo=901

 

Aneya: http://www.rtve.es/enconstruccion/index.php?idvideo=1261&totalesrel=58&paginarel=0&totales=0&pagina=0&order=0

 

Es gracioso porque hay gente conocida además de nosotras dos. A ver si los encontráis!

Fiero soldado con faldas soy

Fiero soldado con faldas soy

Resulta que al final no lo hago tan mal. Debería considerar mi carrera como actriz de musicales.

Me lo he pasado genial. Me encantaba el subidón que sentía cuando Javi empezaba a tocar el piano y sabía que tenía que ponerme a cantar y gritar "Hasta morir, ¡¡O hasta vencer!!" Fue difícil controlar mis impulsos cabareteros pero es que a mí eso de tener un foco en la cara, el público efrente y guantes hasta el codo me pierde.

Sigo sin entender por qué los padres les decían a sus hijos: "Mira, una sufragista", ¿es que los niños saben lo que es eso? Además me da la impresión de que los padres han disfrutado más con la obra que lo niños. No sé. El caso, ¡que quiero más!

Señor Tomillo, gracias por contar conmigo cuando te falló la otra señora Banks. Ha sido una semana de locura intentando hacerlo lo mejor posible en tiempo record pero me ha encantado. Ya sabes: aquí estamos para lo que haga falta. Soy especialista en madres, pero puedo hacer más papeles (de verdad), jejeje.

canto y bailo

Sé que no tengo vergüenza pero de ahí a salir en público hecha una bola azul y rosa, bailando moviendo el culo y cantando hay un trecho.

El caso: este sábado a las 11:30 y a las 17:30 y el domingo a las mismas horas representación de Mary Popins en el hexágono.

Hago de señora Banks, tranquilos, sólo son dos canciones...

 

¡Hay que ver lo que hay que hacer por los amigos! (y encantada de hacerlo)

"Ay, chiquilla"

"Ay, chiquilla"

Creo que ayer me crucé por la calle con Carmen Sevilla. De verdad, es que era tan parecida que me quedé mirándola un rato sin saber qué hacer. El caso es que me dieron ganas de acercarme y comentarle que me hacía gracia cuando la veía en la tele para que me dijera eso de"Ay, chiquilla". También le iba a contar que, gracias a mi abuela, sé que de joven un señor le regalaba joyas pero que un día le dió una tan cara que ella tuvo que rechazarla. Otra cosa que le iba a decir es que le veía cuando presentaba el telecupón y jugaba al juego de Hugo (con la famosa Hugolina), que me gustaba de pequeña cómo hacía ese programa porque se equivocaba mucho. Bueno, esto se lo iba a decir de manera más correcta.

Luego pensé que tal vez no fuera ella porque, ¿qué iba a hacer Carmen Sevilla en Pamplona?, y que si me acercaba a ella, la señora estaría incómoda porque le había confundido y me tendría que decir que no, que no era ella, que lo sentía pero que me había equivocado y esas cosas.

Total, que mientras estaba pensando estas cosas vi a Paz Vega en la portada de la revista Elle vestida sólo con cristales pegados a la piel y me pareció tan curiosa que me olvidé de mi encuentro y entré en la papelería.

Es tan triste, nunca sabré si me he cruzado o no con Carmen Sevilla.