BCN
Ahora vivo en Barcelona.
Paseo por calles larguísimas que me hacen pensar que me he perdido.
Subo cuestas enormes y busco desesperadamente una parada de metro que pille de bajada (sobre todo para los días que llevo maleta).
Sé que arriba está mi casa, abajo el mar, a la izquierda Alicia y a la derecha mis tíos.
Cuando pago o pregunto algo intento hablar catalán pero lo hago bajito para que no se den cuenta de que me lo estoy inventando.
Cuando veo una e la leo a y cuando veo una o la leo u.
Creo que estoy morena pero sé que estoy roja así que agarro bien mi bolso para que no me roben por ser turista.
Descubro lugares como la terraza de Alicia y las plazas de mi barrio.
Duermo en la playa escuchando el ruido del mar.
Sudo en el metro mientras leo cuentos japoneses maravillosos.
A veces me da rabia no saber dónde están las cosas y echo de menos mis otras ciudades. Luego se me pasa cuando Rita y todas sus amigas se ofrecen para guiarme.
Barcelona está abriéndome sus puertas, dentro de unas semanas puede que ya pueda pasar bien por ellas.
Timabak
Ahora que mi ojo vuelve a estar activo al 100% me he quedado alucinada con el poder de mi colirio.
Aquí los efectos adversos:
Oculares: signos y síntomas de irritación ocular que incluyen ardor y picor, conjuntivitis, inflamación de los párpados, inflamación de la córnea, disminución de la sensibilidad en la córnea, edema macular cistoide afáquico y ojo seco. Alteraciones visuales como cambio en la refración, visión doble, caída del párpado superior.
Cardiovasculares: ritmo lento del corazon, tensión arterial baja o alta, insuficiencia cardiaca congestiva, alteraciones del ritmo del corazón, síncope, hinchazón de las piernas, edema pulmonar, accidente cerebrovascular, falta de oxígeno en el cerebro y palpitaciones, fenómeno de Raynaud (frialdad de manos y pies).
Respiratorias: broncoespasmo, dificultad para respirar, tos y congestión nasal.
Generales:fatiga, cefalea, falta o pérdida de fuerzas, dolor en el pecho.
Piel: reacciones alérgicas incluyendo erupción, picor locales o generalizados, inflamación de la faringe, caída del pelo, psoriasis.
Sistema nervioso/ psiquiátricas: mareos, depresión, insomnio, pesadillas, pérdida de memoria, sensación de hormigueo, intensificación de los signos y síntomas de la miastenia gravis.
Gastrointestinales: náuseas, diarrea, molestias en el estómago y sequedad de boca.
Inmunológicas: lupus eritematoso sistémico.
Urogenitales: disminución de la líbido, impotencia, síndrome de Peyronie, fibrosis retroperioneal.
Sigo viva.
Urgencias
La gente en urgencias tiene pinta de todo…menos de saludable. Ahí te puedes encontrar desde una señora con dolor de tripa a un señor con un cuchillo clavado en el ojo. Eso sí, todos con cara de sueño y respetando el silencio del hospital.
¿Por qué hay que estar callados en las salas de espera? Es algo que no puedo entender porque estoy segura de que en esa habitación todos están deseando contar sus penas.
- Pues a mí me duele un costado, me da que va a ser apendicitis.
- Calla, calla, que yo sí que estoy mal, no para de sangrarme la nariz.
- A mi hijo eso también le pasa pero además se ha roto un dedo.
- Yo llevo un cuchillo clavado en el ojo…
¡Lo que se podría fardar ahí! Seguro que irían un montón de ancianos para competir a ver quién llevaba más pastillas en el pastillero.
Yo el otro día fui a urgencias porque me di un golpe en el ojo. ¡Eh!, que me salió una gota de sangre y todo.
Dije: “Esta es la mía, por fin tengo algo con lo que competir en urgencias”. Así que ahí me planté frente a todos con mi ojo morado y mi tarjeta sanitaria.
El caso es que al llegar me dieron el nivel de prioridad cinco, es decir, el más bajo. Pasé tres horas en urgencias viendo pasar a gente contagiosa y sangrante que me miraba por encima del hombre. Así, como hacen los gatos siameses. Parecía que dijeran: “¿Un ojo morado?, ¡mira qué vistoso me queda a mí el cuchillo!”
Total que me fui a casa con un colirio y una desilusión enorme.
Eso sí, para la próxima vez lo tengo claro, a mí nadie me gana. Les dejo, voy a los chinos a comprarme una catana.
El levantador de pingüinos
En algún lugar al norte del mundo (no doy más datos geográficos porque no me los sé, la verdad), hay un señor que se dedica a levantar a los pingüinos que se caen.
Resulta que han cambiado la ruta de vuelo de los aviones que van por el norte y ahora los pingüinos se quedan embobados viendo como pasan. La cosa es que levantan tanto la cabeza para verlos que se desestabilizan y se caen de espaldas. Como los pingüinos tienen unas alicas muy pequeñas no pueden levantarse por sí mismos así que hay un señor que va en una moto de estas de nieve para ponerlos derechos.
Y digo yo, ¿ese señor necesitará ayuda? Es que viendo cómo está lo del trabajo por aquí igual levantar pingüinos no es mala idea.
La niña del pantano
¿Alguna vez se os ha quedado clavado el coche en el barro? Ya sabéis, tú vas sentada tranquilamente de copilato, cantando las canciones de Shakira a grito pelado cuando, de repente, notas que el coche no avanza ni para delante ni para atrás y que tu novio te mira con cara de: "Tranquila, que yo controlo". ¿Qué él controla?, ahí es cuando de verdad cunde el pánico.
A lo que iba, hace unas semanas me quedé atrapada en un barrizal, con un río delante y una pendiente mortal detrás. Y no sólo co mi novio, no, ¡también venían tres de sus amigos!, y para colmo de Bilbao.
Yo, como persona práctica que soy propuse llamar a la grúa, pero a ellos lo único que se les pasó por la cabeza fue intentar levantar el coche, ¡a pulso!
Ahí les ves, a los 4 buscando los puntos estratégicos para alzar el coche mientras yo me deslizaba por la ladera en busca de palos. Eso más que un salvamento parecía una lucha en el barro conmigo como principal protagonista, porque mira que me cai veces...
Lo mejor del plan es que ellos de verdad pensaban que iban a levantarlo. Así que imagináos a mis cuatro formidos bilbaínos tratando de cargar con más de 1.000 kilos y a mí, rebozada cual croqueta, esperando ese milagro para meter las ramitas bajo las ruedas.
Los pobres ilusos me llegaron a decir:"Venga, mete los palos, que ya está arriba", cuando las ruedas no habían conseguido despegarse ni un milímetro del suelo.
Ahí es cuando decidí abandonarlos y bajar hast la carretera en busca de ayuda. Pero claro, tal y como iba, ¿cómo me iban a parar? A ver quién es el valiente que monta en su coche a una mezcla de la niña de la curva con el monstruo del pantano.
La mujer que subió un monte...y lo bajó con el culo
Este fin de semana he subido un monte rodeada de fuertes y vigorosos machos norteños y he quedado digna.
Ellos iban con sus botas de monte y yo con mis zapatillas de tela y los pantalones remangados. Sé perfectamente que pensaban que me iba a rendir pero es que ellos no tienen ni idea de cómo somos las de Ejea.
Ahora me duele todo y tengo las piernas llenicas de arañazos, eso sí, si ellos me preguntan no pienso confesarlo.
La verdad es que ha sido un fin de semana completo porque también he sacado un coche de un agujero de barro. Pero eso es otra historia que contaré a la vuelta de Milán.
Arigato!
Japón está aquí al lado. Bueno, al menos para mis compañeros de piso y para mí ya que desde esta mañana somos la pequeña familia española de Tomoko Suzuki.
Hemos vivido unos días inolvidables junto con las japonesas locas que han venido a revolucionar nuestra rutina. Gracias a ellas ahora sabemos que se puede cortar carne con los palillos (jasi) y que la sopa (miso) puede llevar algas y saber a sal.
También podemos decir gracias (arigato) y de nada (doitasimasite) y sabemos que el arroz puede servir como desayuno.
Las canciones típicas japonesas se parecen mucho a las jotas, pan se dice pan y antena es antena.
Creo que no necesitamos más. Familia Suzuki prepárate, estamos en camino.
En la foto mis amigas del otro lado del mundo, Tomoko, Tamutamu, Kaori y Michi, con sus cámaras de fotos. ¡Son tan japonesas!
Disfraces extraños
El otro día en mi pueblo anunciaban este disfraz.
Cowboy pirata. Así, sin más explicación que una caja cerrada que no dejaba ver ese híbrido extraño.
Yo me he disfrazado de cosas extrañas, desde lavadora que centrifugaba hasta payaso-punki-puta (maravillas de que mis amigos no se pusieran de acuerdo en el tema de la fiesta), pero la verdad es que no se me ocurriría mezclar a un vaquero con un pirata. ¿Cómo será esa unión?, ¿qué gorro predominará?, ¿la casaca pirata será de vaca?
¡Cuántas dudas sin resolver! Ya tengo ganas de que sean carnavales para ver quién se ha atrevido a comprar ese traje.
El ataque del mono asesino
El turrión
Tortilla rellena, Patatas bravas, lomo en salsa de setas, pincho moruno, costillas, lomo en salsa verde, albóndigas, queso rebozado con mermelada, tarta de queso, tarta de manzana, tostadas, croquetas y una hamburguesa tan grande como un bebé recién nacido.
Esto es sólo una pequeña muestra de la comida que Salamanca me regaló. Sí, porque ahí es entrar y que te den de comer gratis. ¡Qué ciudad tan acogedora!
Entre tapa y tapa también visité la catedral y la Universidad pero eso es otra historia.
¡Me encanta la indigestión salmantina!
Expectorando
Desde el día 31 de diciembre vengo estudiando la diferencia entre la tos improductiva y la tos productiva.
Para los que no llevéis tanto tiempo como yo con este tema os voy a explicar que la improductiva es la que da rasquera de garganta y te deja afónico, es decir, la que sólo sirve para destrozarte la voz. Por otro lado está la productiva que es la que sirve para sacar todos los mocos que tienes dentro. Sí, esta es la buena, la más asquerosa para la gente que te rodea.
Yo estoy practicando el segundo tipo pero no descarto pasar al primero en que termine con mis mucosidades. La verdad es que llevo tanto tiempo con tos que la echaré de menos cuando se me pase.
Hay que ver lo que se aprende leyendo los prospectos de los jarabes expectorantes (oh, ¡gran palabra!). Me encantan estas drogas tan fáciles de conseguir que te dejan medio flipado todo el día.
Voy a meterme un chute de Respibien que ya es la hora.
Apta
He aprobado el postgrado. Aún no sé mi nota de verdad porque esta gente de la UAB es lenta para las cosas que requieren papeleo pero ya me han dicho que soy apta. ¿Apta para qué?, eso no me lo han especificado.
La cosa es que voy a echar de menos mis viajes de un día a Barcelona, de encontrarme a profes de fama en el AVE, de saber que he viajado en el mismo tren que Jordi Évole, de comer en el McDonals de Sants, de equivocarme de tren y de perderme de camino a la Universidad.
Ahora a otra cosa que aún no sé qué será pero ya lo decidiré.
En la foto Marvelys, la profe de Fama que se me sentó al lado pero decidió cambiarse de sitio para pasar el viaje durmiendo tumbada (Ah!, atención a lo bien que estira la pierna esta chica).
Definición de ironía
Tienda de reyes
Juan Carlos, Sofía, he encontrado vuestra tienda de bicis. El resto de gente tendremos que apartárnoslas nosotros mismos.
El amor está en el baño
Ayer Miguel, un chico de Huelva, encontró en un baño sucio de bar a su amor de toda la juventud, Paloma.
Miguel estaba tan impresionado por la casualidad de haberla encontrado en Madrid que se declaró ahí mismo y le dijo todo lo enamorado que había estado de ella en el pasado.
Paloma le dio su móvil para que quedaran al día siguiente en un lugar que oliera un poco mejor y así poder hablar con tranquilidad.
Yo lo vi todo porque soy una meona. A veces no tener casi vejiga está bien.
Hidratante
Hoy en mi baño estaba esta crema.
Será por el sueño que tengo por la mañana o por lo aburrida que estoy, no lo sé, el caso es que no he podido más que hacerme esta pregunta: ¿la cara y las manos no forman parte del cuerpo?
Según los señores de Astor parece que no por lo que yo me pregunto: ¿y los pies?, ¿son del cuerpo? Esto parece una tontería pero puede ser clave si tienes que utilizar esta crema. Igual piensas que los pies forman parte del cuerpo pero claro, si las manos van por separado puede que los pies estén también fuera de lo clasificado como cuerpo y que cuando yo me eche ahí la crema se abra un agujero en el suelo y yo caiga a un abismo de pesadilla y horror. Madre mía…qué horror.
Por otro lado mucha gente dice eso de que como tienes la cara tienes el culo así que ahí me surge otra duda, ¿esta crema me hidratará también el culo o tengo que comprar una especial?
Es todo tan difícil en esta vida.
18
El otro día me tocó el vagón 18 en el AVE. ¡El 18!
Al principio pensé que era un error y que mi billete en realidad señalaba el vagón número 8 pero luego lo ví. Mi billete no estaba equivocado, ¡ese tren tenía 20 vagones!
Tuve que andar tanto en la estación para llegar a mi sitio que llegué a pensar que podría hacer el puente Madrid-Barcelona sin que el tren arrancara.
Impresionante.
Yi, er, san, si, wu...
Las dos de la mañana es una buena hora para irse a la cama o para llevar ya ella un buen rato, la verdad. Para Mire y para mí es una buena hora para aprender chino.
No, no es que estemos mirando por nuestro futuro y que nos estemos apuntando a la moda de aprender idiomas asiáticos, ¡qué va! Lo que pasa es que ayer queríamos hacernos un mail con fondo de carta de cambiar (esas que teníamos de pequeñas y que apestaban a flores muertas y colonia de vieja).
Todo empezó cuando Mire recibió un mail de una amiga china con un fondo precioso. Era naranja y tenía flores y un buzón pequeñito de color azul. Vamos, una maravilla que nunca podría producir nuestro pobre gmail y mucho menos Hotmail.
Lo queríamos. Y mucho.
¿Qué podíamos hacer? Teníamos que conseguirlo como fuera.
Yo tuve la idea lógica: entrar en la página del servidor para hacernos una cuenta como la de su amiga. ¡Era facilísimo!
Sí, ya…fácil…claro. ¡Estaba en chino!
El caso es que Mire y yo no nos rendimos pronto, y menos a las 2 de la mañana que es una hora de esas en la que estás inspirado para perder el tiempo en estas cosas.
Conseguimos encontrar dentro de la página el lugar del correo electrónico. Dentro del correo encontramos el lugar donde uno se registraba y, cuando conseguimos rellenar todos los campos sin equivocarnos (salvo al contestar la pregunta clave, eso fue más complicado), llegamos al antispam.
Ohhh. Esa fue la barrera que nos detuvo.
El antispam eran dos letras en chino mal escritas que no pudimos averiguar. Y mira que lo intentamos.
Buscamos el alfabeto chino para ver si se parecía alguna letra, buscamos letras parecidas por el resto de la página para copiarlas y pegarlas en el cuadrito (esto luego descubrimos que no se podía), pero no había ninguna que coincidiera. Decidimos que eran números y hasta nos bajamos un audio que nos enseñaba a pronunciarlos bien.
Fue una pena pero ahora sabemos contar hasta diez en chino. Seguro que esto nos abre miles de puertas en el futuro. O puede que no.
Solitaria
Después de un mes y dos días en paro creo que ya puedo declarar con absoluta seguridad que el mejor juego de mi ordenador es el solitario.
Sí, ya sé que es un juego normalillo y que hay otros mucho más entretenidos pero la verdad es que a mí el que más me llena las horas es el solitario clásico de toda la vida.
Ya lo hago sin pensar y hasta uso el botón derecho para que las cartas se coloquen más rápido.
He jugado con todas las barajas que tiene mi ordenador y he sacado las cartas de tres en tres o de una en una para hacerlo más complicado.
De verdad que me encanta este juego porque además ya consigo que me salga siempre.
Y llegados a este punto de frikismo y desesperación creo que voy a pasar del periodismo para buscar trabajo en otras áreas.
En fin…