Dichosos zapatos
“Para presumir, sufrir”, eso es lo que se suele decir cuando ves a alguien muerto de dolor por culpa de unos zapatos. Pero, ¿de verdad creen que eso les ayuda?
De puntas, redondeados, cuadrados, con tacón, sin tacón, de cuña… Hay mil tipos de zapatos pero ninguno de ellos, al menos los que están de moda, responde a la realidad. Lo primero que tendrían que plantearse los diseñadores de zapatos es: ¿cómo es la forma del pie?, esto es clave porque estoy segura de que nunca han visto un pie con forma de punta o redondo.
Una vez comprobado que cada pie es un mundo, la mitad de los fabricantes de zapatos deberían dejar el oficio; los que quedan, tendrían que pensar en otra cosa. Si mucho tacón estropea la columna y el ir plano es una de las peores cosas que le puedes hacer a tu espalda, ¿por qué no buscamos una altura media? Parece sencillo pero nadie lo hace y luego todos a llorar porque los pies se convierten en una masa deforme llena de dedos sobre la que hay que caminar.
Antes criticaban a las chinas. Decían que se deshacían los pies dándoles formas imposibles para que fueran más pequeños. Vale, ¿nadie se ha parado a ver la forma de unos pies dentro de unos zapatos de punta? Escalofriante.
El problema está en la moda. Sí, se puede decir eso de “yo no sigo las modas”, pero eso no es fácil. Intenta comprar unos zapatos de charol o unas botas con tacón y punta redondeada cuando no están de moda. Imposible.
Cuando vas a una tienda de zapatos, la dependienta siempre asegura que con el tiempo se adaptarán. Mentira. O reestructuras tú tus huesos de manera que los zapatos no te hagan daño, o estás perdido.
Si es que hasta los cuentos de la infancia nos advierten de lo malo de llevar zapatos de moda. En uno de ellos la protagonista robaba unos zapatos que resulta que estaban hechizados y no le dejaban parar de bailar. La pobre chica muere del dolor de pies. Y qué decir de la Cenicienta. En el cuento original las hermanastras se cortaban los talones para que les entrara el zapato de cristal. ¡Todo para poder quedarse con el príncipe!
Lo peor de todo es que aunque sabemos que unos zapatos nos hacen daño nos los volvemos a calzar, porque son nuestros, porque nos gustan y porque de algo tienen que vivir los fabricantes de Tiritas.
9 comentarios
aneya -
aneya -
Y ropita de la rara jijijijiji.
Hipolipo -
eresfea -
sergio -
Hipolipo -
Lo de la revista de moda me atrae. Tal vez algún día abras la Vogue o la Ella y encuentres mi firma.
carol -
Besos
aneya -
Red -