¿Ya?
Aún me siento como si acabara de empezar el verano y ya están aquí. ¿Cómo ha podido pasar todo tan rápido? No estoy preparada aún, necesito dos, tres, veinte meses más para hacerme a la idea de que tengo que enfrentarme otra vez a este examen. No puedo.
Ya no sé si chuletear o pagarle unas vacacinones al profe. Acepto ideas desesperadas para personas desesperadas. Odio esta asignatura, mejor dicho: odio el tipo de examen de mierda que tengo que hacer.
Dejo de quejarme. Hoy ha sido una tarde extraña, mi labor cómo periodista ha consistido en entretener a la hija de siete años del jefe. No lo he hecho mal, la niña les ha hecho una entrevista muy buena a mis amigos haciéndose pasar por gente de cooperativas de frutas. Lo mejor es que he usado los cortes para un reportaje, ¡yo no tiro nada! Empiezo a entender por qué he suspendido ética.
2 comentarios
aneya -
¡Ánimo!!!!!
carol -
Besos!!!