Luna llena
Me vino a ver Alba para pasar conmigo la noche más blanca de la capital. Como no nos conoce nadie por aquí decidimos pintarnos feas, muy feas.
Así es como acabamos con los ojos negros, una peca cerca del ojo y los labios rojos resaltados con brillo. Sí, hacíamos el ridículo pero éramos felices.
Nuestro plan era pasear por la ciudad y disfrutar de lo que viéramos en nuestro camino pasando de buscar un espectáculo concreto para no llevarnos la desilusión de la fila kilométrica.
La primera parada que hicimos fue la Puerta de Alcalá. La cosa consistía en que la gente podía cruzar la puerta por el arco central mientras sonaba musiquilla y se iluminaba con miles de focos. "¿Are you religious?", me dijo un inglés que no entendía por qué hacíamos una fila tan larga solo para que nos iluminara una luz. Supongo que pensaba que quería ir para ver lo que se sentía al morir. No sé, no me meto con el humor inglés porque de verdad que no lo entiendo.
La verdad es que lo que nosotras queríamos era el diploma, nos hacía ilusión. Total que resultó ser un trozo de cartulina pero, como somos felices e íbamos pintadas feas nos gustó como si fuera el regalo del siglo.
Alba y yo seguimos bajando por las calles Madrileñas encontrándonos con patos, besos y, por fin, la cola más larga y productiva de la noche: la cola del baño.
Al salir, algo más animadas, esperamos al señor funambulista que nunca apareció.
Pasamos frío, mucho frío y sentimos odio hacia el tipo ese que no se decidía a cruzar el cable. Después de tres cuartos de hora decidimos ir a ver el teatro de La Bella y la Bestia por dentro. Como ya era tarde nos quedamos sin entradas así que terminamos nuestro paseo y disfrutamos del metro que nos llevó hasta casa.
Balance: bueno pero no espectacular. No sé...creo que a esta fiesta de la cultura le falta marcha.
7 comentarios
Hipolipo -
Red -
aneya -
Un beso ¿de pato?
Red -
hipolipo -
Por otro lado, Alba, yo también te quiero pero no sé si tanto, jejeje.
Red -
Alba -
P.D. Isabel tiene un amante. Es mujer. Es Alba.