Derrapando y sin frenos
No sé cómo este hombre se fía de mí. Tengo la seguridad de que no está atento a lo que hago porque se pasa la hora leyendo el periódico y aun así no hace nada para pararme.
Me lanza contra las rotondas y carreteras sin piedad y sin miedo y yo ya no sé qué pensar. ¿Estará loco?
Sea lo que sea el caso es que mi profesor de autoescuela se arriesga demasiado conmigo sin saber que cualquier día él y yo nos vamos a criar malvas al cementerio como esto siga así.
Tampoco lo hago tan mal porque después de cuatro clases ya soy la Diosa de la Conducción. Voy a noventa en tercera (el jefe no me deja poner la cuarta) y pillo las rotondas derrapando con las dos ruedas laterales.
En ciudad aún soy mejor. Las villavesas, cuestas, peatones y demás conductores no pueden conmigo. Yo tengo preferencia en todo momento (hasta que sepa manejar el freno).
Un aviso: tengo las clases de 12:00 a 13:00 todos los días. Vosotros veréis si queréis salir de casa.
4 comentarios
Hipolipo -
¡Pasa buen finde!
Tomillo, algún día te tendrás que montar en mi coche, prepárate.
2674_Tomillo -
aneya -
¿cómo ha idó la jornada? ¿has conducido?
aneya -