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Hipolipo

Very Important Person

El mundo está lleno de filas. Hagas lo que hagas, y vayas donde vayas, seguro que hay por lo menos una fila que hacer. ¡Es increíble!, parece que todo el mundo quiere lo mismo que tú y en el mismo momento. Y ahí te encuentras, dando un paso por hora para llegar hasta la meta ansiada, cuando, de repente, llega una persona con un carnet vip y pasa antes que tú.

¿Qué se sentirá al ser un vip?, tiene que ser algo agradable, como haber alcanzado el poder supremo, porque estas tres letras, tan sólo estas tres letras, son las que separan a unas personas de otras, las que dividen la sociedad. Un vip puede llegar tarde, no madruga, no hace filas, un vip llega a un lugar y tiene un sitio reservado para él y para el resto de sus amigos “vips”. Y es que estas tres letras significan: Very Important Person, es decir, persona muy importante. ¡Qué pasada!, ya no es que seas importante, eres MUY importante.

No se sabe todavía cómo alguien consigue entrar en ese estrato superior de la sociedad, es un secreto bien guardado porque a los que han conseguido ingresar en esa secta de poder no les interesa que se haga público. Lógico, cuanta más gente sea importante, menos guay será y ya no quedará tan bien eso de ir a una discoteca y decirle al de seguridad: “Perdona, pero yo tengo que pasar, soy un vip”.

Hay gente que piensa que se consigue ser vip cuando se tiene mucho dinero; puede, pero esa teoría no es del todo correcta. También lo eres cuando te haces amigo de la panadera o cuando consigues inventarte una historia lo suficientemente creíble como para ir a un programa de cotilleo de televisión y hacerte famoso con ella.

Por suerte hay muchas otras maneras de experimentar la sensación de ser un vip, aunque sea sólo por un día. Los sorteos y los concursos que de vez en cuando se ganan, los parques temáticos con sus tarjetas “Express”, los amigos porteros de discotecas y esa vez que sales en la televisión porque ha pasado algo en tu ciudad, te hacen sentir como una auténtica very important person, aunque no lo seas realmente. Lo malo de estos momentos fugaces es que se acaban pronto y tienes que volver a la rutina.

Por eso muchas veces es mejor no probar estas cosas, porque luego pasa lo que pasa. Llega la hora de ir a comprar al supermercado de la esquina y nadie deja que te cueles en la caja, ahí no hay pases que valgan.

    

 

1 comentario

jason -

ser VIP es lo mejor. Sobre todo en el avión. Ellos ahí, con su tele individual, con películas para elegir... se pueden hacer el asiento como una camita... De todos modos, pececilla, puedes ser perfectamente VIP, es decir, colarte en los sitios, sin tener ningún carnet que lo acredite, para algo se inventó la picaresca.