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Hipolipo

El sujetador

Parece mentira pero, en esta sociedad del siglo XXI en la que pensamos que hemos alcanzado la cima del conocimiento, no sabemos nada acerca del sujetador. Se cree que es una prenda de ropa como cualquier otra, pero en realidad es un universo paralelo que muy pocos conocen. Con aro, sin aro, de gel, push-up, de foam, de algodón, deportivo, balconet,…hay un sujetador para cada momento del día, para cada mujer y para cada color de piel. Es impresionante.

            Aunque ha ido cambiando con los siglos, el sujetador ha estado siempre presente en nuestra sociedad. Primero llegó el corsé que modelaba toda la figura, pero pronto, en 1913, apareció el primer sostén. Desde entonces ha ido mejorando hasta llegar a convertirse en un símbolo del desarrollo de un Estado. Sólo hay que ver los documentales: cuanto más dinero tiene un país, menos pechos desinflados y colgantes se ven por las calles. Esos documentales hacen que se aprecie más su labor, porque no sólo sostienen, también son capaces de dar forma según la moda imperante en cada momento. De los pechos puntiagudos  de los años sesenta, hemos pasado a los redondos de hoy en día, todo gracias a la gran labor de los Wonderbra, el dios de los sostenes, el que hace que todo surja, el que desafía la naturaleza y la ley de gravedad. Su secreto: juntar y levantar.

Los científicos también parecen haberse dado cuenta de lo importante que es para la sociedad esta prenda y ya le están incorporando artilugios de todo tipo. Lo último: una tela que hace que quita las ganas de fumar o unos sensores que reciben información del corazón. Ya no sólo estás sujeta, también puedes estar sana.

            Lo peor de llevar sujetador es que los aros de vez en cuando surgen de la nada, se salen de su sitio y es imposible volverlos a meter. Muchas mujeres han invertido horas y días intentándolo. Es increíble, una vez que un aro sale, nunca más volverá a encajar en la copa del sujetador. ¿Cómo harán las fábricas para meterlo dentro? Corren rumores de que el aro tiene vida propia y se dedica a crecer hasta que llega un día en el que puede salir a la luz: es el día en que consigue su libertad para siempre.

El sujetador no es sólo una prenda, es todo un símbolo. Las feministas los quemaban durante los años setenta para reivindicar la liberación de la mujer, y hoy en día es parte de la feminidad. No se valora lo suficiente, pero es algo muy importante para todos. Por eso los gobiernos deberían reunirse y fijar un día en el que todos pudiéramos celebrar el surgimiento de este invento, un día mundial. El Día Mundial del Sujetador.

2 comentarios

Red -

¡Qué gracia! nunca se me habría ocurrido que el sujetador fuera marcador de la buena economía de un país.
Y lo del aro... es verdad cuando pide la libertad no hay barreras que le impidan salir a la luz

jason -

jajaja. Unas risas. Tú propón lo del día Internacional, propón. Porque con el buen rollito que se nos trae ZP seguro que lo concede. Y pondrá en los ejemplos de gente que no ha llevado sujetador a la pobre Sonso, que tiene las tetas en el ombligo. Te queremos, Espinosa!