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Hipolipo

Yi, er, san, si, wu...

 

Las dos de la mañana es una buena hora para irse a la cama o para llevar ya ella un buen rato, la verdad. Para Mire y para mí es una buena hora para aprender chino.

No, no es que estemos mirando por nuestro futuro y que nos estemos apuntando a la moda de aprender idiomas asiáticos, ¡qué va! Lo que pasa es que ayer queríamos hacernos un mail con fondo de carta de cambiar (esas que teníamos de pequeñas y que apestaban a flores muertas y colonia de vieja).

Todo empezó cuando Mire recibió un mail de una amiga china con un fondo precioso. Era naranja y tenía flores y un buzón pequeñito de color azul. Vamos, una maravilla que nunca podría producir nuestro pobre gmail y mucho menos Hotmail.

Lo queríamos. Y mucho.

¿Qué podíamos hacer? Teníamos que conseguirlo como fuera.

Yo tuve la idea lógica: entrar en la página del servidor para hacernos una cuenta como la de su amiga. ¡Era facilísimo!

Sí, ya…fácil…claro. ¡Estaba en chino!

El caso es que Mire y yo no nos rendimos pronto, y menos a las 2 de la mañana que es una hora de esas en la que estás inspirado para perder el tiempo en estas cosas.

Conseguimos encontrar dentro de la página el lugar del correo electrónico. Dentro del correo encontramos el lugar donde uno se registraba y, cuando conseguimos rellenar todos los campos sin equivocarnos (salvo al contestar la pregunta clave, eso fue más complicado), llegamos al antispam.

Ohhh. Esa fue la barrera que nos detuvo.

El antispam eran dos letras en chino mal escritas que no pudimos averiguar. Y mira que lo intentamos.

Buscamos el alfabeto chino para ver si se parecía alguna letra, buscamos letras parecidas por el resto de la página para copiarlas y pegarlas en el cuadrito (esto luego descubrimos que no se podía), pero no había ninguna que coincidiera. Decidimos que eran números y hasta nos bajamos un audio que nos enseñaba a pronunciarlos bien.

Fue una pena pero ahora sabemos contar hasta diez en chino. Seguro que esto nos abre miles de puertas en el futuro. O puede que no.

 

2 comentarios

Red -

¿A qué se debera que a las dos de la madrugada lo último que apetece es irse a dormir?.
Son las once y media y te dices ¡venga a la cama! pero cuando se atraviesa esa barrera y llega esa hora en que estas inspirado para hacer cualquiercosa que no sea útil...y si te vas a la cama estás pensando como se podría hacer

aneya -

ai lof llu, isa